Es una fragancia de la familia olfativa Oriental Floral.

Poison no ha nacido para ser un perfume romántico, sino todo lo contrario, una fiera olfativa, audaz, perverso, pícaro y rebelde. Un aroma que rompe reglas, al que odias o por el contrario amas. Una esencia sin límites, llena de contrastes y totalmente salvaje. Su pirámide olfativa inicia con un frescor envolvente, gracias al cilantro ruso, ciruelas, bayas silvestres y anís, que le aporta un tono de amargor. Seguidamente contemplamos un corazón repleto de sensualidad floral, intensidad y carácter, con clavel, rosa y nardo, envueltos en un halo de dulzor procedente de miel, canela y un destello de incienso. Para finalizar, su estela concluye con ámbar, almizcle blanco, opoponax, cedro y sándalo, notas que lo dotan de calidez.