Es una fragancia de la familia olfativa Floral Amaderado.

Se trata de un perfume de carácter refinado y romántico, con facetas alegres y vitales, en el que se plasma la visión del amor bajo la perspectiva de KENZO. Una concentración de aromas orientales que marcan una diferencia abismal con las clásicas fragancias románticas Su estela, inicia con una fusión de té blanco y acorde de vapor de arroz, que, aunque sean aromas comestibles no caen en el cliché gourmand. Seguidamente, podemos apreciar un corazón totalmente floral, formado por un ramillete de flor del cerezo, flor de frangipán y flor de heliotropo, haciendo así un guiño a la cultura japonesa. Finalmente, esta aventura finaliza con un cremoso manto de vainilla y madera de Thanaka, combinadas con notas amaderadas e incienso.